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¡Peligro, roedores!

La falta de limpieza de casas vecinas, las construcciones abandonadas, las demoliciones, los galpones sin cuidado y las alcantarillas pueden ser el origen de una pesadilla. Son muy persistentes y si consiguen entrar en una propiedad o edificación, es muy difícil de sacarlos.

Es más frecuente verlos en verano, ya que es la época en que más se reproducen. Pero también se los puede encontrar en invierno cuando buscan un refugio para el frío.


¿Cómo prevenir y tratar su aparición?

1. Prestar atención en el hogar. Hay algunos signos que pueden indicarnos su presencia: pelos o materia fecal en rincones; roturas, agujeros o rajaduras que se agrandan, olores particulares y persistentes, ruidos de correteos, pasitos, chirridos, entre otros.

2. Limpiar con agua y lavandina ante cualquier sospecha. Nunca se debe barrer porque la orina de las ratas se craquela y al barrer, levantamos esta sustancia casi invisible y la trasladamos a todos los ambientes de nuestra casa.

3. Revisar los productos que traemos del supermercado y eliminar packs, maples de huevo y limpiar latas. Muchos de ellos transportan orina de rata o cucarachas, ya que estaban almacenados en depósitos, donde generalmente, hay más plagas de las que imaginamos

4. Sellar todas las entradas de la casa: puertas, ventanas, rajaduras, agujeros, grietas, aberturas de todo tipo.

5. Cerrar correctamente los tachos de basura. Si los dejamos abiertos, las ratas comerán la comida que tengan a su alcance. ¡Cuánta menos comida tengan cerca, mejor será!

6. No dejar la comida de mascotas al aire libre. Los alimentos de los perros y gatos tienen mucha grasa y es un gran atractivo para las ratas.

7. Consultar con una empresa de control de plagas. Generalmente, tratamos de resolver este problema de forma casera. Sin embargo, lo mejor es recurrir a expertos, como La Higiene, para evitar riesgos.

¡Llamanos al 7078-2111!